Cita de Lean: Cuando se hace bien, la comunicación del liderazgo inspira confianza y cambios positivos

La comunicación es más complicada que la simple mecánica de enviar y recibir información: cuando los líderes aprovechan la capacidad de comunicarse bien, traducen datos importantes con rapidez y precisión.

La comunicación es una de las habilidades más importantes que puede tener un líder. Se necesita propósito e intención para llevar a cabo una comunicación eficaz. Hay que saber cómo y cuándo comunicar y seleccionar el modo adecuado para la audiencia. Ya sea escribiendo, conversando, presentando o facilitando, los líderes deben sobresalir en la comunicación en todos estos modos. Es la única manera de satisfacer las necesidades individuales de las personas y de facilitar importantes conexiones humanas.

3 datos importantes sobre la comunicación para líderes

1. La autenticidad cuenta, y mucho.

Sea honesto y sincero. Encuentre su propia voz; evite el lenguaje corporativo o parecer alguien que no es. Deja que tu comunicación refleje quién eres, de dónde vienes y qué valoras. La gente quiere, respeta y seguirá un liderazgo auténtico. Olvídate de la elocuencia, preocúpate de ser real. No disimules quién eres. La gente nunca seguirá de buena gana a alguien que siente que no es auténtico.

2. La visibilidad es una forma de comunicación.

Si quieres comunicar bien, sé accesible. Los correos electrónicos y las misivas oficiales no bastan. Esté presente, visible y disponible. Estar “ahí fuera” -de forma constante y predecible- permite a los demás saber qué tipo de líder eres. La gente necesita ver y sentir quién eres para sentirse vinculada al trabajo que quieres que hagan. Encuentra formas de interactuar con todos tus grupos de interés, incluso (¡y especialmente!) si te comunicas en una crisis.

3. Escuchar es una habilidad poderosa.

Los buenos comunicadores son también buenos oyentes. La escucha fomenta la confianza, el respeto, la franqueza y la alineación. La escucha activa es un elemento clave del coaching. Permita que la gente exprese sus preocupaciones. Haga preguntas poderosas que abran la puerta a lo que la gente realmente piensa y siente. Preste una atención atenta y respetuosa a lo que se dice y a lo que no se dice.