En tiempos de cambios tumultuosos, la brevedad es lo más importante.
Bla, bla, bla… no sirve cuando los ingresos son inexistentes y los inversores están nerviosos.
Menos es más sigue siendo la regla fundamental en la música, el arte, el teatro y el mundo de los negocios.
A principios de los años 50, Toyota, por ejemplo, se enfrentaba a la quiebra, la guerra sindical y la condena pública: su productividad era una décima parte de la de las grandes empresas automovilísticas estadounidenses y disponía de poco capital para comprar las máquinas que tanto necesitaba.
Crearon el guión gráfico de una página, también conocido como “A3” (por el tamaño del papel), para permitir una comunicación rápida y eficaz.
Me cuentan que la doctrina de los marines también hace hincapié en la comunicación clara y sencilla: la norma son las reuniones breves en torno a un tablero (de una página).
Nuestros amigos y colegas de las start-ups han asimilado este concepto y ahora se comunican con diversos “lienzos”, que abordan cuestiones estratégicas generales como el modelo de negocio y la propuesta de valor, así como elementos tácticos como las personas, los mapas de empatía y los viajes del cliente.
La calidad es primordial, por supuesto. Una página llena de basura no es más que eso. Expresar con claridad una hipótesis y un plan de acción en torno a un problema empresarial o un sector complejo requiere gran habilidad y comprensión.
Por lo tanto, se tarda mucho más en escribir una página que diez.
El poder de una página emerge en todo su esplendor cuando se utiliza para contar historias : contar historias, narrar, es quizá nuestra cualidad más humana. “Cuéntame un cuento, abuelo…
“”Bueno, había una vez una niña que vivía con su familia en un pueblo junto al mar. Una noche miró por la ventana y vio un hermoso caballo blanco que tenía alas… ” ¿Será capaz la IA de inventar una historia encantadora a petición (de un ser querido)?
En cualquier caso, me quito el sombrero ante nuestros amigos del mundo digital y de las start-ups.
Es divertido trabajar con vosotros y os animo a seguir cazando Lean “tradicional”.
En caso de que te hayas perdido nuestros últimos blogs… no dudes en echarles otro vistazo
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