En el panorama siempre cambiante de los entornos laborales modernos, las organizaciones están reconociendo el poder transformador de fomentar una cultura de coaching. No es solo una moda pasajera; es una estrategia que empodera a las personas, mejora el trabajo en equipo y impulsa a las empresas hacia un éxito sin precedentes.
En una cultura de coaching, los gerentes y líderes actúan como entrenadores, guiando a los miembros de su equipo hacia la consecución de sus metas y su potencial. Esto promueve un ambiente de trabajo positivo y estimulante, donde los empleados se sienten valorados, apoyados y motivados a hacerse responsables de su crecimiento y desarrollo. Se alinea con la idea de que todos tienen un potencial no explotado y que, con la orientación adecuada, las personas pueden desbloquear sus capacidades, mejorar sus habilidades y contribuir de manera más eficaz al éxito de la organización.
Considera los siguientes beneficios de una cultura de coaching, y no te preguntarás por qué tu empresa la necesita, sino por qué no todos lo están haciendo ya.
1. Empleados enponderados
El coaching ayuda a empoderar a los empleados para que encuentren soluciones e implementen sus ideas. Esto beneficia a la organización porque los empleados empoderados saben que tienen la libertad de ser proactivos y tomar decisiones que mejoren la empresa.
Cuando los empleados comprenden los límites y libertades que se les han definido, pueden utilizar sus conocimientos y habilidades al máximo. Las investigaciones demuestran que los empleados que trabajan en organizaciones que promueven el empoderamiento de los empleados están más comprometidos, toman más iniciativa y reportan una mayor satisfacción laboral. Cuando los empleados tienen la autonomía para tomar decisiones dentro de su ámbito de experiencia, no solo se sienten valorados, sino que también hacen que su organización sea más ágil, innovadora y, en última instancia, más productiva.
2. Mejora de rendimiento
Otro beneficio del coaching es que puede mejorar considerablemente el rendimiento individual. La mayoría de los empleados desean hacer un gran trabajo. Además de proporcionar capacitación y los recursos necesarios para realizar su labor, las organizaciones que también brindan coaching individualizado pueden mejorar el rendimiento individual, lo que finalmente se traduce en un mejor rendimiento organizacional.
La importancia de las interacciones continuas en una relación de coaching no debe subestimarse, especialmente cuando el objetivo es mejorar el rendimiento. Comienza proporcionando una dirección clara para una tarea o meta específica y estableciendo un camino hacia su logro. Un buen coach revisará periódicamente el progreso—idealmente, al menos una vez a la semana—para discutir los avances, ayudar a superar obstáculos y señalar áreas de mejora. Cuando los entrenadores explican por qué se hace algo de una manera determinada y cómo ese método ha evolucionado, los empleados adquieren nuevos conocimientos que pueden aplicar a otros trabajos.
3. Mayot compromiso
Mejorar el compromiso de los empleados es un objetivo para muchas empresas, y el coaching es una forma de mantener a las personas involucradas.
Gallup estima que el costo de una mala gestión y la pérdida de productividad de empleados que no están comprometidos o están activamente desenganchados está entre 960 mil millones y 1.2 billones de dólares al año. Esta pérdida puede tener un impacto importante en los resultados financieros, especialmente para empresas con grandes plantillas.
A pesar de esta desalentadora estadística, la fuerza laboral moderna desea estar comprometida. Los empleados quieren entender cómo sus roles se conectan con el equipo más grande y con la organización en su conjunto. Según el estudio de Gallup mencionado anteriormente, los empleados que están firmemente de acuerdo en que pueden vincular sus metas con las metas de la organización tienen 3.5 veces más probabilidades de estar comprometidos. Desafortunadamente, solo el 44 por ciento de los empleados afirma que puede ver esta conexión.
El compromiso está directamente relacionado con la frecuencia de la comunicación con un gerente y el contenido de esas conversaciones. El mismo informe de Gallup indica que los empleados que reciben retroalimentación diaria de su gerente tienen 3 veces más probabilidades de estar comprometidos que aquellos que reciben retroalimentación una vez al año o menos.
Crear responsabilidad a través del coaching y la fijación de metas también ayuda a mejorar el compromiso, ya que los empleados se hacen responsables de los resultados de sus acciones y comportamientos, y son responsables tanto ante sí mismos como ante su coach. Cuando los individuos saben que son responsables de completar una tarea o comportarse de cierta manera—y tienen las habilidades y competencias para hacerlo—están motivados para mantenerse comprometidos y alcanzar sus objetivos.
Los beneficios del coaching van más allá del aumento en el compromiso, el mejor rendimiento y el empoderamiento de los empleados. Desarrollar líderes dentro de la organización ayuda a construir un canal de liderazgo y a aumentar el conocimiento institucional.
Enseñar a los líderes a ser coaches también los ayuda a mejorar en sus trabajos. Aprenden cómo dar y recibir retroalimentación, establecer metas medibles y seguir los hitos. También deben modelar el comportamiento que desean ver en sus empleados, lo que significa que son más responsables de sus propias acciones y comportamientos. Todas estas habilidades pueden aplicarse en futuros puestos de liderazgo.
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